Vientos del atardecer
Que quieres de mí, ¿acaso te he llamado?
Te acercas sin hacer ruido, siento frío.
¿Por qué vienes a por mí?, ¿acaso estoy enfermo?
Respóndeme, no me dejes con la duda.
¿Quién crees que eres?, ¿tienes poder sobre mí?
Consigues que te preste atención.
Ahora debes contarme qué te pasa.
Ven no temas nada, dime.
¿Solo? ¿Me dices que te sientes solo?
Y ¿que sentir tiene no sentir nada?
Me acerco a ti, si tú te acercas a mí.
Siento tu calor, estás a mi lado.
¿Tienes sueños? O, ¿solo sientes?
Creo que te quiero, pero no de la forma que tú me quieres.
Estoy aquí contigo, y solo siento frío.
Tu calor se ha desvanecido y me siento decaído.
¿Acaso estás conmigo para llevarme contigo?
¿Acaso llegó mi momento, o solo es tu sello?
Creo que no comprendo, pero sé que me voy.
Solo por curiosidad, ¿cuál es tu nombre?
No importa cómo te llamas o como te llaman.
Sé qué eres ahora, y no luego.
Sé que poco te entiendo.
Pero algo hay en ti que tiene mi reconocimiento.
Frío, siento frío y me gusta, me olvido.
¿Quién soy? ¿Quién eres?
¿Dónde estoy? Solo soy.
Miro sin ver, siento sin sentir.
Solo… me siento solo.
Y por si fuera poco ya ni siquiera te reconozco.
Dicen aquellos que saben…
que pocos amigos tienes.
Pero cuando te conocen, te conviertes en
madre, padre, hermano o hermana.
Amigo o amiga solo tú sabes.
Ya no siento frío, ya no tengo dudas.
Estoy… estoy contigo.
Me voy, me voy… ya hace tiempo que me he ido.